El nombre de "hada" deriva de la palabra latina fatum que significa "destino". A las hadas se las describe también como "las dichosas" del latín felices y como "las criaturas delicadas".
Las hadas son espíritus de la Naturaleza de género femenino, begninas por lo general y de hermoso aspecto. Su naturaleza irradia luz, liviandad, alegría, eterna juventud, maternidad virginal, belleza, armonía, buena disposición, amor y gracia.
Envueltas en luminosas vestimentas, siempre muy vivas, ligeras y libres, en noches de Luna clara les encanta cantar, bailar y bañarse en lagos y fuentes.
Poseen poderes y objetos mágicos de efectos maravillosos como abrigos o capas para camuflarse, anillos de los deseos, piedras, protectoras, polvo de las hadas para volar, talismanes de todo tipo y espadas mágicas, entre otros.
Sin vínculos parentales o parentela, sin recuerdo de su niñez ni idea de la vejez, regalan suerte con ayuda de un polvo mágico hecho de luz, y rompen con la monotonía de la exitencia humana.
Cuando decimos de alguien que tiene "rasgos finos" nos referimos al poder de las hadas. Entre las plantas que se consideran de las hadas se encuentran, por ejemplo, el manzano, el avellano, el roble, el enebro, el trébol; los animales asociados son; el cisne, el caballo blanco, el ciervo.
La piedra de las hadas es la fluorita y del mismo modo se consideran como piedras de las hadas que cumplen los deseos, las piedras talladas hexagonalmente o las que se encuentran en la naturaleza, como las piedras preciosas y los cristales.
Una piedra perforada por la acción de la naturaleza es también una piedra de hada; protege de los hechizos malignos y contra todo tipo de ataques e indica a las personas que está bajo la protección de las hadas.
El término inglés "Fairy" a menudo equivocadamente traducido como "hada", hace referencia no sólo a las hadas, si no también a todo un grupo de diferentes seres de la Naturaleza que para nosotros se clasifican como "la gente pequeña".
Las hadas están en contacto con el planeta Venus y de este modo, con el amor cósmico y la verdadera fuerza del corazón. Son las conductoras de todas las corrientes de luz y salvación del universo y de los elementos.
Una de las principales tareas de las hadas consiste en enviar la luz divina sobre la tierra, y de este modo, revitalizar la Naturaleza. En su baile de corros eternos son como pequeños centros de poder, que fijan la irisada y reluciente luz cósmica en la Naturaleza y en la Tierra. creando así lugares de energía especialmente potentes.
Aquel que presta atención a las hadas y las aprecia y las llama recibe, tras superar una prueba de su fuerza de corazón, los dones de las hadas. El receptor de tal obsequio adquiere poderes mágicos sobrehumanos, consigue guía y ayuda y está protegido contra todo tipo de magia negra. Las hadas pueden intervenir a su manera en el destino de las personas.
Se les atribuye actos malvados y maldiciones como desquite por la ingratitud, injusticia o la violenta destrucción de reinos de las hadas, aunque tales actos de venganza no se corresponden con su naturaleza.
En caso de resultar decepcionadas, humilladas u ofendidas, huyen del reino humano hacia la desconocida lejanía de donde llegaron. En las creencias populares, las nubes de polvo que surgen repentinamente se interpretan como el rastro de las hadas cuando éstas abandonan un lugar. Dichos lugares pierden su energía maravillosa.