Aquí el hombre
puede decidir, puede partir el mundo por la mitad, aislar la unión, en el
camino de la búsqueda del Supremo; puede jugar con los poderes y prestar
atención a lo divino; puede distinguir lo bueno de lo malo.
Puede dar la vuelta
a las energías, las puede separar, unir de nuevo, puede probar y afilar las
espadas, puede cambiar y obrar en el calor y en el frío, puede abandonar el
medio, puede amar u odiar.
Así se trata y se
transforma de nuevo la energía en la rueda del renacimiento, que gira
eternamente. Morir y devenir, desvanecerse y ser, a través de esto, el alma
humana se purifica.
Lo divino tiene
todo el tiempo del mundo pues reposa en la eternidad. Pero en cada uno de está
el brillo del Supremo. Y así rumorean los ágoras, que despertarán a su debido
tiempo, entonces la libertad no quedará muy lejos.
Y así ayudan al
hombre todas las entidades. – no importa lo que venga, lo que fue -, que se
encuentran en el camino, en la suerte consciente divina. Así el hombre esperado
será venerado y nacerá la época dorada.
DESARROLLO DE LA
HUMANIDAD SEGÚN LA JERARQUIA ESPIRITUAL
1- Jerarquía cósmica: Sol central, Alfa y Omega. Guardián cósmico
silencioso: Infinita, Espíritu sagrado cósmico; San Eolo, Cristo cósmico, Maitreya (divino).
2- Jerarquía solar: Sistema Solar, Madre y Principio, Guardián solar silencioso: Circulata.
3- Jerarquía planetaria: Guardián planetario silencioso: Inmaculata, consejo del Karma:
Compuesto por muchos seres de luz y maestros/as ascendidos, por ejemplo: la
virgen María, Palas Atenea, Kuan Yin. Pareja soberana del mundo: Sanat Kumara y
Venus, el buda cósmico Maitreya, Buda: Buddha Gautama.
4- Maestros del mundo: Jesucristo, Zaratrustra, Kuthumi, Djwal Khul, Hermes Trismegistos,
Thot, Lanton, Maha Choan; guía de los siete rayos cósmicos. La siete sendas de
iniciación del hombre. El hombre medio, el hombre inconsciente, instintivo. El
desarrollo de los seres humanos es de la persona-animal a la persona-persona,
para concluir en la persona-dios, la persona autorrealizada a través del
sendero de la iniciación, mediante las jerarquías espirituales y seres divinos
hacia la unidad.