Existe una leyenda alemana que nos cuenta cómo llegó el conocido árbol de navidad a nuestros hogares. Y dice así. Un leñador salió al bosque a buscar leña para el frío invierno la víspera de Navidad.
Algo cansado se sentó un momento a descansar y prosiguió más tarde su camino cuando fue deslumbrado por la belleza de millones de estrellas que brillaban a través de las ramas de los árboles.
Estaba tan impresionado por tan hermosa estampa, que cortó un pequeño abeto y lo llevó muy feliz a su casa, su esposa e hijos quedaron algo desconcertados al ver aquel pequeño árbol que traía el buen leñador.
Para crear la misma belleza que había observado en el bosque, colocó en el árbol luces de colores en todas sus ramas y el efecto fue mágico. Durante toda la Nochebuena la casa del leñador quedo iluminada por el pequeño y reluciente abeto.
Su familia sonrió y ya nunca en estás fechas les falto el árbol. Así se extendió por todo el mundo el espíritu del abeto que ha sido escogido para iluminar estas fiestas entrañables.