Eco y Narciso

Cuenta la leyenda que Eco fue una ninfa de la montaña hija del viento, fue criada por otras ninfas y musas, de voz preciosa, fresca y dulce, donde contaba los más bellos relatos a todos los dioses principalmente a Hera diosa y mujer de Zeus.

Se comenta que Eco utilizaba su voz para envolverla y distraerla de tal manera que no se diera cuenta que Zeus estaba cometiendo adulterio con sus amantes. Un día la diosa se dio cuanta del engaño y castigo severamente a la ninfa Eco, ya no podría utilizar su linda voz, ni contar sus magníficos relatos, tan sólo podría repetir lo ajeno.

Narciso salió a cazar y Eco al verlo se enamoró perdidamente de él. Narciso era hijo de Cefíso rey del rió y de la ninfa Leirope. Era celebre por su bello aspecto, ya desde niño poseía una acentuada hermosura, pero él tan sólo se quería a si mismo, aunque tuvo numerosos amantes.

Eco siguió a Narciso por todo el bosque a hurtadillas, hasta que Narciso se dio cuenta de una presencia pero no veía a nadie por lo que preguntó:

Narciso - ¿Hay alguien por aquí?

Eco- ¿Aquí?
Pero Narciso oía pero seguía sin ver a nadie.
Narciso -¡Ven!
Eco - ¡Ven!
Narciso - ¿Por qué me evitas?
Eco - ¿Por qué me evitas?
Narciso - ¡Ven hacia mí!
Eco - ¡Ven hacia mí!

Eco corrió alegremente a los brazos de su amado, pero Narciso la rechazó rudamente, no sin antes decirle, que prefería morir antes de estar con ella. Esto causo una gran pena en Eco y se fue consumiendo poco a poco por su amor en las montañas hasta que ya no quedará más que el eco de su voz.

Artemisa al enterarse de lo que Narciso le había hecho a Eco, lo castigó. Un día Narciso paseando por un estanque vio su imagen reflejada en el agua y se enamoró perdidamente de ella, al no verse correspondido, Narciso languideció y murió, antes de que muriese del todo fue convertido en flor.