Comparte Conmigo el Maravilloso Mundo de las Hadas...

jueves, 30 de septiembre de 2010

Hadas Artísticas



Hoy quiero haceros participe de unas imágenes de hadas, realmente preciosa, con un encanto y hermosura, hechas con tal delicadeza que hasta las sientes. Es de un artista se hace llamar PYGAR, crea fantasía en imágenes, buscando por la red dí con su página de donde saqué lo que ahora váis a ver, espero que os guste y disfrutéis. Como veís son fotos de mujeres reales que posan para el artista, haciendo un escenario mágico y de ensueño, donde la fantasía reina.


Con que claridad y frescura juega con el pajarito en el lago la bella hada.

Está sirena que baila en el agua, es sencillamente el signo de Cáncer ya que su mano aposenta en un cangrejo, un símbolo acuático.


Hada suspendida en el aire, mágico escenario donde la noche ofrece su encanto más soñado, como en los cuentos de hadas.


En los bosques encuentras Hadas de diversos colores y matices, pero tan lindas como la de la foto.


Esta Hada es la más timida, pero aun así poso con la elegancia y la belleza que la carácteriza.


El Hada quiere besar a la ranita como en los cuentos, haber si se cumple y con su beso aparece un apuesto príncipe.


El Hada está triste porque su alita está rota, herida se encuentra, pero muy pronto su ala se pondrá bien, porque las hadas son mágicas.


Está Sirena, disfruta bajo las olas se deja llevar, descansando en una roca, con dulce mirar.


Un Hada en sus pensamientos, con la Luna muy cerca de ella reflejando esa hermosura.


Está hada oscura es realmente hermosa y refleja la ternura tanto en su entorno como ella misma.


Gracias por vuestra visita y comentarios


Imágenes obtenidas de está fuente: http://pygar.deviantart.com





martes, 28 de septiembre de 2010

Premio de las Hadas




Este premio que otorgo con el amor de las Hadas, va dirigido a todas las personas que día tras día hacen que este mundo de Hadas, siga con vida, luz, brillo y color. Desde aquí quiero agradecer a tod@s vuestra visita, comentarios y cariño. Espero que os guste y lo pongáis en vuestros blogs o lo regaléis. Tan sólo me atrevo a pediros un favor que me dejéis un comentario para que visite vuestro sitio mágico, así podremos conocernos mejor.




domingo, 26 de septiembre de 2010

La Historia de Ugunsmate


Introducción: Ugunsmate es el hada guardiana de la chimenea. En la vida rural existen muchos espíritus maternales protectores, y mate es una palabra latvia que significa “madre”. Ugunsmate suele apreciarse en lugares donde se percibe una fuerte sensación de hogar. Suele aparecer en las llamas de la chimenea. Este cuento relata su bendición a una niña huérfana, a la que colmó de alegría.


Érase una vez, hace mucho tiempo, una niña que servía en una gran casa de Latvia. Sus padres habían muerto cuando era más pequeña, así que no tenía a nadie que cuidará de ella. Marta sabía que debía trabajar duro para la familia que la empleaba, pues así la conservarían. Le encantaba coger leña de los árboles, pues veía a los espíritus que se alegraban que cogieran su madera, y hablaba con ellos. Marta también era consciente de otros espíritus que rodeaban la casa grande y sombreada. Algunos no eran amables, pero la mayoría eran buenos con ella, la ayudaban a encontrar objetos perdidos y añadían a su comida especias que la habían convertido en la mejor mesa de la ciudad. Marta hablaba con la hadas cuando estaba a solas, pero se guardaba bien de quedarse callada si había alguien cerca. Sin embargo, Marta anhelaba ver a un hada en particular, a la que no había visto nunca, se trababa de Ugunsmate.


Marta sabía que Ugunsmate era el verdadero espíritu del hogar. La familia para la que trabajaba Marta sabía bien poco de la calidez de un hogar, pues eran trepas sociales, muy competitivos y superficiales. Para ellos, el hogar era un sitio para presumir. Aun así, muchos de sus invitados percibían una atmósfera agradable, y algunos de ellos se dieron cuenta que era Marta, la sirvienta la que hacía que esa casa fuera acogedora. La familia, sin embargo, asumía que la gente acudía a sus fiestas y a sus cenas porque ellos eran muy buenos anfitriones. La sensación de calor hogareño era muy importante para Marta. Aunque la familia no apreciara lo que hacia, ella quería crear un vínculo con el espíritu del lugar. Lo hacía por los animales, por los espíritus de la casa y por los niños pequeños. También quería hacerlo por ella misma, porque no tenía raíces. Marta sabía que Ugunsmate era un espíritu que aparecía alrededor de la chimenea, y cada vez que encendía el fuego decía suavemente: “ Ugunsmate, Ugunsmate, señora madre de la chimenea, por favor, ¡ven!.” Pero Ugunsmate no aparecía nunca.



Marta tenía una posesión única y querida. Era un collar con un medallón dorado, y lo llevaba puesto día y noche. El colgante había permanecido a su madre, y Marta lo tenía como un tesoro un vínculo con su hogar espiritual. Cuando estaba a solas, se sentaba a meditar sujetando el medallón contra su pecho. Un día horrible, Marta se llevo la mano al pecho y el medallón ¡había desaparecido! Lo buscó por todas partes, dejando algunas de sus tareas sin terminar, pero no puedo encontrarlo por ninguna parte. Lo buscó en el jardín, en el establo, en la cocina, miro incluso en la papelera, y revolvió la pila de leña sin ningún éxito. Esa noche, cuando por fin terminó las tareas del hogar. Marta se sentó junto a las brasas mortecinas del fuego y, desesperada, hundió los hombros, Se llevó una temblorosa mano al pecho, sintiendo de nuevo un terrible vacío en el lugar que debía ocupar el medallón. Sus mejillas se llenaron de lágrimas: era como si de nuevo hubiera perdido a su madre. Contempló el fuego a través de unos mojados ojos, y le pareció ver que las brasas brillaban.



Parpadeó, convencida de que las lágrimas estaban haciéndole ver lo que no existía, pero no cabía duda que el fuego estaba creciendo, y algo brillaba al fondo de las brasas. Intentó mirar el fuego de cerca, pero el calor la hizo llorar aun más. Iba a darse la vuelta cuando algo le hizo cambiar de opinión. Marta cogió el atizador y las llamas dieron brincos. Movió las brasas y pescó ¡su collar! Contentísima, lo saco de la chimenea para que se enfriara. “¡Oh, gracias, gracias!”. Miro el fuego, que ahora ardía con fuerza, y vio en la llamas a una mujer que la saludaba con la cabeza y le sonreía, extendiendo los brazos a modo de bendición, “¡Ugunsmate!”- suspiró Marta- ¡Oh, gracias de todo corazón!.




viernes, 24 de septiembre de 2010

Hadas del Hogar




Un hogar es muy especial. Es un sitio de crecimiento, nutrición, cuidado y protección, en el que se afirman el amor y la vida. Es mucho más que un sitio para quedarse. Aparte de las cuatro paredes, en el hogar te rodea un ambiente especial. Un verdadero hogar no se compone sólo de ladrillos y cemento, también existe en los planos sutiles, donde es el centro de determinadas energías.


Los espíritus se ven atraídos por los hogares y, aunque a veces sean traviesos y juguetones, pueden ser útiles. La atmósfera de cualquier hogar con amor atrae a los duendecillos, que harán que esa atmósfera se vuelva más fuerte y atractiva. Las hadas pueden fijar su residencia en las plantas del hogar, y pueden ayudarlas en su crecimiento, e incluso pueden moverse cuando pasas a su lado, para que no te olvides de regarlas y cuidarlas.


Las hadas adoran la cocina y te echarán una mano para que el pan y los pasteles suban como “por arte de magia”. En algunos lugares los alimentos conservan buen aspecto mucho tiempo después de su “fecha de caducidad” debido a la frescura que les inflingen nuestras hadas domésticas. Un hogar bendecido por las hadas siempre parece ligero y brillante, y el aire fresco posee una fragancia difícil de identificar. Las hadas adoran los jardines, deja un trozo de tu jardín salvaje para que los traviesos gnomos y otras hadas, puedan jugar. Entre las hadas del hogar hay las; Familiares, Brownies, Lar Familiaris, Penates y Hobgoblins.


Familiares: Un familiar es un espíritu guardián que ayuda a una persona en su vida. Puede tomar el aspecto de un animal, ya que construyen un maravilloso interfaz hacia el mundo del espíritu, pues son criaturas intuitivas que ni juzgan ni condenan. Estos espíritus también pueden fijar su residencia en un objeto, como un cristal o un oso de peluche. Estos espíritus dan su fuerza y sus conocimientos a los humanos, libremente y los conectan al mundo psíquico. El familiar suele ser un espíritu acogedor y accesible, y puede actuar como “genio” de la persona que cuida, ayudándole a ser creativo, a realizar elecciones inspiradas y a vislumbrar el futuro.


Brownies: Son hadas solitarias vinculadas a un casa concreta. Viven en rincones oscuros, en armarios o en el hueco de un árbol cercano. Disfrutan realizando trabajos de la casa y manteniendo las cosas ordenadas. Una recompensa generosa podría ofenderlos, e incluso alejarlos, pero si les dejas un plato de crema te lo agradecerán.
Adoran el orden, pues limpia la mente y libera el corazón. Lejos de ser aburrido, el orden le abre el camino a la magia. Recuerda juega según sus reglas y recibirás muchas bendiciones.


 


Lar Familiaris: Es un hada protectora vinculada a una familia, que cuida de su riqueza y de sus intereses. A veces envía avisos de futuro en forma de presagios, y suele ir asociado a una tradición familiar, como la aparición de una bandada de pájaros en el tejado cuando alguien va a morir. Estas manifestaciones pueden ser resultado del trabajo del Lar, que también se puede vengar de cualquiera que haya hecho daño algún miembro de la familia. En las comidas era costumbre derramar un poco de vino y dejar unas migajas de pan como ofrenda para el Lar. Su lugar preferido para aparecer es la chimenea, pues es el corazón del hogar. Así que debemos honrarla y respetarla a esta presencia fuerte y protectora.


Penates: También son hadas domésticas, compañeras del Lar. Ya que se parecen en muchos sentidos por su función también son protectoras y guían a la familia. Aunque se las vincula a la chimenea y a la atmósfera central del hogar, también están vinculadas al almacén y a la cosecha. La función de los Penates era asegurarse que la familia siempre estuviese provista de comida, que la cosecha resultara bien y que todos sus frutos y productos fuesen abundantes, y estuviesen bien guardados. Las imágenes de los Penates estaban hechas de mármol, cera o barro, y solían colocarse en un santuario especial en el interior de la casa. Como ofrenda, se dejaban una luz encendida y se ponía delante un plato de sal, ya que es valorada como conservante y regalo de la Diosa. Como muchas hadas, los Penates eren dioses que aseguraban prosperidad y seguridad.



Hobgblins: Son hadas de la cocina o de la chimenea, están cubiertas de pelo y son amables hasta que algo le ofende; entonces pueden volverse problemáticas. Son también conocidas con el nombre de “hobthrust” y en realidad forman parte de la tribu Brownie. Suelen habitar en granjas y resulta muy difícil deshacerse de ellas cuando se irritan resultan molestas para el ser humano. Mejor no ofenderles y dejarles un regalo como pan con mantequilla, eso les pondrá contestas y harán su trabajo con amor y felices.


Si honras a las hadas domésticas, tu hogar tendrá una atmósfera encantadora. Te darán suerte en la vida, tus pasteles subirán y tu colada brillará. La pérdida de arte de los quehaceres domésticos es responsable de muchas enfermedades de nuestra cultura. Para ocuparnos de esto, podríamos respetar a los espíritus del lugar. Tu jardín también estará resplandeciente con las flores brillantes de vida, la alegría reinará en tu hogar, donde todo el mundo se sentirá cómodo y a gusto.




martes, 21 de septiembre de 2010

Cuento de Hadas: Seamus y el Gnomo

Seamus era un buen tipo, honesto y trabajador. También era inteligente, y le encantaba leer, pero como su familia era pobre nunca había tenido suficiente dinero para darle una educación. No obstante, Seamus se consolaba con cuentos y poesías, con filosofía e historia., y soñaba con poder ir un día a la gran ciudad para estudiar en la universidad.
Una calurosa tarde de verano, Seamus regresaba a casa del campo con su pala al hombro y un libro bajo el brazo, cuando oyó un sonido que procedía de un arbusto que había junto en el camino. Silenciosamente, dejó en el suelo lo que llevaba y se dirigió de puntillas hacía el sonido. Apartó los arbustos y vio a un hombrecillo vestido de verde golpeando la suela de su zapatito.
Como es natural, seamos sabía todo sobre gnomos y era muy consciente de qué debía hacer. Tan rápido como un relámpago, atrapó al hombrecillo por el brazo y lo sujetó mientras trataba de escapar. “ No te soltaré hasta que no me digas dónde guardas tu tesoro de oro”, dijo Seamus.


“¡Ay, por el amor de Dios, me estás aplastando!”, grito el gnomo. Seamus se avergonzó de su rudeza y depositó al hombrecillo en el suelo con suavidad, cuidándose de no quitarle la vista de encima. El gnomo tosió, se aliso el chaleco verde, y se inclinó ligeramente hacia Seamus. “ Eres un tipo amable –dijo el hada—Ahora dome por qué tienes tantas ganas de meterle la mano a mi tarro de oro. ¿ Eres codicioso, o estás necesitado?”.
Seamus habló al hombrecillo, sobre su pobreza, su visa y sus sueños. Durante todo ese tiempo, se cuidó de no quitarle la vista de encima. El duende lo miró de cerca, como si estuviera evaluándolo. “Bien, bien, te creo, así que lo haré – dijo el gnomo -. Pienso, por tanto, que voy a mostrarte mi almacén de oro”.
Con estas palabras, el hombrecillo miró rápidamente de lado y empezó a correr por los campos como una liebre, con Seamus sobre sus talones. El muchacho tropezó muchas veces, pues como temía dejar de ver al gnomo no veía dónde ponía lo Spies. Al final, agotado, el hombrecillo se detuvo junto a un montículo que tenía un gran pedrusco encima. “Ahí está – jadeó el hombrecillo -. Si te metes por la ranura de esa roca encontrarás el tesoro. Pero cuidado, ¡más vale que te des prisa! Si el Sol se pone, ¡te quedarás atrapado en la roca para siempre!”.



Con la mirada aún puesta en el gnomo, Seamus le siguió al hueco del montículo por la estrecha ranura. Allí, brillando en la oscuridad, había un tarro enorme rebosante de monedas de oro. “¡Soy rico para toda la vida!”, exclamó el joven, llenándose los bolsillos de monedas e intentando levantar el tarro. “¡No te servirá de nada si te quedas atrapado aquí para siempre!- dijo el hada – El atardecer está a punto de llegar”.
Seamus intentó levantar el tarro una vez más, se dio cuenta de que era imposible, agarró tantas monedas como pudo y se lanzó por la ranura justo cuando el Sol se ponía en el horizonte y la sombra estaba cubriendo el montículo. Oyó cómo se cerraba la piedra detrás de él y cuando se giró, tanto la ranura como el gnomo habían desaparecido de su vista.
Seamus volvió corriendo a casa, con su tesoro en el abrigo. Su familia se alegró mucho de verle y al poco tiempo estaban todos viviendo en una buena casa, con carroza y criados. Seamus pudo estudiar en la universidad y unos años más tarde se convirtió en un famoso escritor, muy querido en Irlanda gracias a sus cuentos. Pero seamos no olvidó nunca al hombrecillo que permitió todas esas cosas, ¡y sus bolsillos no dejaron de estar llenos de oro encantado!.



sábado, 18 de septiembre de 2010

Tierra de Hadas



Hace mucho, mucho tiempo, existía una tierra mágica ahora ya casi olvidada.




“La Tierra de las Hadas”. Gnomos, Hadas, Brujas y Espectros vivían en esta tierra mágica, en esta tierra encantada.




Espíritus de tierra, agua, fuego y aire, hundían sus raíces en esta tierra de sueños, que a los cuentos permanece enlazada.





Cierra los ojos y busca en tu alma el camino hacia tan hermosa morada.




Préstate al hechizo de la inocencia olvidada, que oculta yace, en la eterna mirada.




Adéntrate a través de los sueños, en este viaje fantástico, guiado por la ancestra noche iluminada.



Ven a soñar en el mundo encantado de la anhelada tierra de hadas, tierra de hadas para soñar, tierra de hadas.





miércoles, 15 de septiembre de 2010

Cuento de Hadas: La Sirena Enamorada



Érase una vez una sirena que en el mar estaba encantada, con sus bailes entre las olas y sus cantos entre las rocas de por la mañana. Siempre estaba feliz la sirena que ante los ojos del Sol brillaba. Un día como tantos otros a la salida del sol estaba en una roca y cantaba, estaba alegre y el paisaje le alegraba aún más, así que cantaba y cantaba y no paraba de cantar, una dulce y tierna canción que se la llevaban muy lejos las olas del mar. Ese día ya se iba a zambullir en las profundidades cuando una silueta que se acercaba hacía ella, le llamó la atención, nunca antes había visto a nadie, y eso le dio algo de curiosidad, por lo que se escondió entre las rocas y observo. Era un joven bien parecido iba solo, algo pensativo. ¿Qué le pasaría pensó la sirena?, así que siguió observando y vio que se sentaba no muy lejos de donde estaba ella, por lo que pudo darse cuenta de que era muy guapo, moreno, de ojos grandes y profundo oscuro, piel canela, robusto y fuerte, sobre todo se fijo en sus piernas largas. No concebía como podía caminar, ella nunca había estado fuera del agua salvo en las rocas aposentada. Se quedo maravillada. Pero se fue cuando lo vio partir. Al día siguiente volvió al mismo sitio, y al poco rato apareció el mismo joven del día anterior.


Hizo exactamente lo mismo, sentarse y observar el mar, su mirada era infinita, se perdía en el horizonte. Parecía triste y eso entristeció a la sirena, que siempre estaba feliz. Se dio cuenta de su tristeza y se extraño de que existiera en ella ese sentimiento. Así que decidió cantar, se fue algo más lejos para que él pudiera escucharla pero no verla. Cuando el joven escucho tan dulce melodía, salió enseguida de sus pensamientos y empezó a mirar por todas partes, como buscando algo, pero sin ver nada, y la sirena se dio cuenta que empezó a sonreír y su cara le cambio ya no tenía tristeza. Se quedó un rato más que el día anterior pero se marchó. La sirena se quedó triste, y sintió ganas de que fuera el siguiente día para volverlo a ver. Ya estaba allí cuando ella llegó casi la ve pero ella con más rapidez se escondió, vio que llevaba algo en la mano, -Ah es una flor – pensó. Cuando oyó el dulce canto al mar lanzó aquella flor.
La sirena cuando pudo fue y la recogió se la puso con mucho esmero en su pelo rubio lleno de caracol. Se sintió tan linda ese día, tan hermosa, que orgullosa en las profundidades del mar, que sus hermanas no la dejaban de admirar. Ella les explicó lo ocurrido, ellas sonreían al contar, más la madre hablo con ella para que no se hiciera ilusiones con él. Pues la sirena se había enamorado. – No te hagas ilusiones con un humano - dijo la madre, y siguió diciendo, - pues no se va a enamorar de una media mujer, que no tiene piernas para vivir en su mundo, que no sabe desenvolverse en ese mundo, que no sabe que vida le espera en la tierra.


Eran tantas preguntas, era tan tristeza, pues la sirena quería estar con él. Pero también era realista y sabía que su madre tenía razón. Así que ella siguió a su amor, y cada vez necesitaba más y más estar con él. Sabía que él también sentía algo por ella, pues volvía cada día con una flor diferente que tiraba al mar. La sirena estaba triste deseaba tener piernas para poder correr a su encuentro, y abrazarse a él fuertemente. Pero cómo, y si las tenía cómo podría caminar. Tenía miedo, pero era mucho más fuerte el amor que sentía por aquel joven. Así que volvió hablar con su madre y le preguntó si había alguna manera de que pudiera tener piernas, para ir al encuentro de su amor. La madre dudo pero la vio tan convencida pues quería verla feliz.- Si hija mía, hay una manera de tener piernas, tendrás que hablar con la sirena más sabía, ella sabe cómo, ve a verla y pregúntale.- La sirena se dirigió a ver la Tylen que así se llamaba. – Que deseas bella Shani- dijo la sirena sabia, - Vengo a que me diga, como puedo conseguir un par de piernas, pues estoy enamorada.- Tylen se la quedó mirando un rato, y luego dijo.- ¿te has enamorado de un humano?- mal asunto querida niña-, y añadió - ¿estás segura de lo que me pides?.- Si dijo Shani. Bueno pues tienes que ir al lago del sur hay un pequeño arroyo donde puedes pedir tu deseo y se te será concedido.- Shani fue sin dudar alegre más que nunca, con ganas de verse las piernas, nado y nado sin parar, pues no estaba cerca del lugar, pero su afán por llegar a tener piernas era muy fuerte.


Llegó al sitio comentado, y se metió en el lago, cerró los ojos y deseo con fuerza tener piernas, de pronto notó que su cola se iba transformando, sintió una sensación rara, pero al mismo tiempo ilusionada. Cuando se vio las piernas lloro de alegría, quiso nadar como siempre pero no puedo. No sabía como utilizar las piernas, así que decidió salir del agua e intentarlo por la tierra. Le costó ponerse en pie, y al principio se cayó unas cuantas veces, pero se levantó sin problemas, el amor le daba fuerzas. Observó que estaba desnuda, que necesita ropa para poderse presentar ante él. Pero donde encontraría ropa que ponerse. De pronto apareció su madre que llorando la miro con tristeza, le dejo en la orilla una saca. –Hija mía sé feliz, y no te olvides de tus orígenes.- Shani se la miro y las lágrimas le cayeron sin saber. Miro la saca y vio que dentro había un vestido que se puso enseguida. Empezó a caminar en dirección a su amor. Cuando se iba acercando lo vio que estaba en la misma roca sentado mirando al mar y con una flor en la mano, ella de la felicidad se puso a cantar mientras se acercaba a él, y su mirada se dirigió hacia Shani, ella le sonrió y él se puso en pie, acercándose hacia ella, le tendió la flor ella se la puso en su larga cabellera rubia. Se miraron y se fundieron en un apasionado abrazo. Fueron muy felices y nunca se olvidaron que el mar los unió para siempre.

© 2010 Rosana Martí




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