Los Devas de las Flores

 

Ángeles que nutren las flores con una sustancia cósmica hecha con la luz del arco iris y otorga la magia. Se les puede encontrar bajo diversas formas y colores en todas partes del mundo en el mismo lugar donde florecen las flores o plantas, donde conducen un caudal de luz brillante e intensa, directo al corazón de la flor o planta, reparte con su pulso la luz y la deja circular a su alrededor fijando esa luz profundamente en la Tierra.

Como guardiana de la naturaleza tiene además la tarea de registrar en su luz todo lo que allí sucede, son la memoria indiscutible de la naturaleza. Además conocen a todos los seres que habitan a su alrededor, ya que construyen un Aura para conservar y preservar ese lugar íntegramente.

Los Devas no disponen de poderes mágicos en el sentido convencional de la palabra. Son los místicos que se encuentran bajo los seres de la naturaleza, que unen toda su naturaleza con la Luz Divina. Conducen la luz proveniente del Universo hasta todos los seres y allí la reciben íntegramente para que el plan divino pueda desarrollarse.

Además alimentan el campo de luz de la Naturaleza con el perfecto Plan Divino. Siguiendo el Plan que los Devas les han transmitido, los constructores de la forma, construyen las formas vivas de la Creación. Del mismo modo que una semilla se aplica el Plan de construcción para todas las plantas, para cada una de las formas de vida existentes en la Tierra, juntos con sus determinadas fuerzas cósmicas. Los Devas existen en todo tipo de formas y tamaño, ya sean como minúsculos puntos de luz o como cadenas montañosas.

Sin la luz de los Devas ninguna planta o flor podría desarrollarse.
Si se perturba la luz de ese lugar o se atenta contra la Deva con la negligencia del hombre, lo que puede ocurrir a causa de productos tóxicos, basura, aguas residuales, pensamientos y sentimientos negativos, actos de magia negra etc., el Plan Divino concedido para ese lugar no puede desarrollarse oportunamente. A causa de estas influencias negativas, se generan alteraciones, disonancias y deformaciones.

Los Devas son responsables del intercambio continuo de la sustancia de la luz. Son el alimento de la Naturaleza. Son seres de una belleza sobrenatural y totalmente inmersos en luz. Su función impersonal, su maravillosa gracia, altruismo, entrega y amor recuerdan a los hombres que ellos no son la única creación divina. Los Devas siempre se esfuerzan en devolver la luz, la belleza, la pureza y la armonía que una vez conoció el hombre y que a menudo mantenemos ocultas como añoranza en lo más profundo de nuestro ser.