Había una vez un pueblo pequeño llamado Villanevada, estaba rodeado de montañas y en invierno había mucha nieve. Las casas eran de madera y casi todas tenían en el salón una chimenea que daba calor a toda la casa. En ese pueblo vivía una familia muy pobre, estaba la mama, llamada María. También estaba el papa que se llamaba José. Luego estaban los 2 hijos, Ana y Juan.
Esta familia era humilde y tenían poco dinero porque su papa no tenía trabajo. Juan que tenía 7 años, estaba triste porque no iba a tener regalos. Su hermana Ana, que era más mayorcita, tenía 12 años, le consolaba y le daba ánimos. Sus padres hacían todo lo posible para que sus hijos lo pasaran bien, a ellos también les daba pena ver llorar a Ana y Juan.
María mandó a los niños que se abrigaran bien, ya que iban a salir todos a jugar con la nieve y a hacer muñecos, entonces los niños se alegraron mucho porque siempre habían deseado salir a jugar con sus papás. Después de que ya se habían abrigado, salieron los 4 a divertirse con la nieve y lo pasaron muy bien jugando y haciendo un muñeco de nieve. A continuación, los papas se metieron en casa y los niños se quedaron fuera porque a Juan se le ocurrió que podían jugar una guerra de bolas de nieve. De repente vieron a tres figuras que se parecían a personas, Juan y Ana se quedaron inmóviles. Entonces aquellas extrañas personas iban avanzando, hasta que llegaron a donde estaban los niños. Esas figuras eran, una madre, un padre y un hijo.
- Ana y Juan les preguntaron a ver quienes eran y si estaban perdidos. La mama que era alta, guapa y sus ojos eran de color marrón. Se llamaba Elisa, le contestó: si querido, estamos perdidos, hemos venido aquí de vacaciones y no sabemos por donde se va a nuestro alojamiento. Juan le contestó: perdone, si usted sabe cual es la calle, o como se llama el hotel, o casa, nosotros les podemos ayudar. El padre era alto, el pelo lo tenía corto y rubio, con ojos marrones oscuros y se llamaba Federico; él dijo: sí, toma, aquí tienes la calle, en este papel escrita. Nos la apuntaron para que supiéramos por donde se iba, pero nos lo explicaron mal. Más tarde, cuando ya se había ubicado, Juan le dijo: ¿podéis esperar un momento a que le pregunte a mi madre a ver si puedo acompañaros?.
El niño del matrimonio perdido, que era guapo, tenía los ojos marrones claros, su estatura era normal, y que se llamaba Andrés, le dijo: sí, claro que podemos esperar. Juan entró a casa y le dijo a su madre, que si podía ir a acompañar a una familia, que estaban perdidos, y no sabían por donde se iba a la calle donde estaba el hotel. María le dijo que sí, pero que tenía que ir con su hermana. Entonces este salió corriendo y les dijo que si le dejaban ir. A continuación se pusieron en camino. De repente vieron un tablero que ponía: calle Valle del Bosque, miraron al papel, para ver que calle ponía y era esa. Andrés dijo: sólo nos falta encontrar el hotel, Ana preguntó que como se llamaba, Federico dijo: aquí pone que se llama Hotel Paramos.
Fueron caminando hasta llegar, entraron y lo primero que había era una recepción, con un mostrador donde había una chica que te informaba de todo y te daba la llave de la habitación. Un poquito más lejos había un salón con 2 sillas, una mesa con un ordenador y libros para leer y pintar. Allí se despidieron todos, Elisa, Federico y Andrés les dieron las gracias a Ana y Juan. Los niños se hicieron amigos, se pidieron los teléfonos para quedar a la mañana siguiente. Así podrían continuar jugando con la nieve. Los dos niños se fueron a su casa. Cuando llegaron María y José les preguntaron: -¿qué tal lo habéis pasado?, -contestaron que muy bien, que habían quedado para ir a jugar al día siguiente. Después de haber cenado, se fueron a la cama y leyeron un cuento, con el se quedaron profundamente dormidos; en sus juegos soñaron.
Cuando el día abrió los ojos, fueron al baño a asearse y bajaron a desayunar, galletas, bizcochos y leche. Cuando terminaron, se fueron a vestir y Ana se fue al baño a peinarse. Llamaron a Andrés para preguntarle si estaba preparado e ir a buscarlo, él dijo: si claro, solo me falta vestirme, pero mientras venís, me visto. Estos dijeron que de acuerdo, colgaron y les preguntaron a sus padres a ver si les dejaban ir, José dijo que si y se pusieron en camino. Al llegar al hotel, preguntaron a la de recepción que si podían subir a la habitación 310, que estaba alojado un amigo, la de recepción que se llamaba Luisa le dijo que si, y subieron por el ascensor. Al principio no la encontraban, porque estaban en la planta de las habitaciones 200, 201, 202, 203 etc… después de haberlo encontrado salieron a la calle y se pusieron a hacer bolas de nieve. Primero hacían muchas bolas y las dejaban encima de una mesa, así luego iban cogiéndolas y cuando se les acababan volvían otra vez a lo mismo. Más tarde ya estaban aburridos y se metieron todos al hotel, subieron a la habitación, se cambiaron de ropa y se secaron.
Después de haber hecho todo, Juan le pregunto a Andrés si quería venir a su casa a comer. Él dijo que si, pero que le tenía que preguntar a sus padres, Elisa y Federico dijeron que si. Entonces Ana saltó y dijo: si queréis, también podéis venir vosotros. Los padres de Andrés dijeron: Perfecto iremos, pero ¿le habéis preguntado a vuestros padres si podemos ir? Juan dijo: no, pero si ustedes me dejan llamar a mi mama por favor, y se lo pregunto. Elisa dijo que de acuerdo, que podía llamar. Andrés y el hermano de Ana fueron corriendo a coger el teléfono y llamaron a los padres de Juan y de su hermana. Andrés se retiró, para que pudiese marcar. El hermano de Esther, le dijo a su madre: mamá ¿pueden venir a cenar los padres y el amigo que conocí ayer?María dijo: sí, claro que pueden venir. A demás, he hecho mucha cena y me va a sobrar.
Los tres niños se pusieron muy contentos. Federico dijo: poneos los abrigos y vamos caminando, ¿que tal?, ¿os parece buena idea? Todos dijeron: ¡valeeeeeeeee!. Después de pasear un largo rato, llegaron a la casa. Cada niño presentó a sus padres con los otros. María dijo: he preparado lo que he podido, no he preparado una cena de lujo, ni especial. Porque no tenemos mucho dinero.
Allí la comida era muy buena, pero sencilla. Elisa dijo: no pasa nada, a demás tampoco hay que preparar una cena especial. Andrés y sus padres dijeron: muchas gracias por la invitación, se dirigieron a la mesa y se sentaron a cenar. María se quedó de pie para servir. Lo primero que sirvió fue un poco de sopa para cada uno, de segundo tenían pollo. Después de haber cenado, Elisa sacó una tarta de chocolate y los niños se pusieron muy contentos. Estaban recogiendo la mesa.
Andrés que tenía los mismos años que Juan le dijo: ¿has escrito la carta a los Reyes Magos?
Juan se echó a llorar y se fue corriendo a su habitación. Entonces, fue detrás de él su padre José. Elisa preguntó a María: ¿por qué se ha ido llorando Juan a su habitación?
Ella le respondió: se ha ido llorado, porque le hemos explicado lo que los Reyes Magos y este año no podían traer regalos, porque no tenemos suficiente dinero para comprar y como le ha dicho eso de la carta le ha dado pena. Mi marido no tiene trabajo. Melisa dijo: que pena, ahora entiendo todo. Si quiere José, mí marido le puede ofrecer trabajo en su fábrica. María saltó de la silla, de alegría y fue corriendo arriba a decírselo a su marido. Se lo dijo delante del niño y padre, e hijo también se alegraron. José porque ganaría dinero, y el niño porque podría tener al menos un regalo. El padre de Juan bajó corriendo y le preguntó a Federico que cuando empezaba y también le agradeció su interés. Este le dijo: en está misma ciudad tenemos una, yo mañana te puedo acompañar y te explico todo. José le dijo: perfecto, entonces quedamos mañana a las 9:00 ¿no? El otro contestó: si.
Más tarde le dijo Elisa a María: te parece bien si celebramos la Navidad aquí en tu casa, pero no te preocupes yo te ayudaré con los gastos. Si te apetece venir mañana a comprar la comida y todo eso para la Navidad, perfecto.Celebraron juntos la navidad, fueron las fiestas más bonitas de sus vidas para las dos familias. Para la familia de Juan, porque vieron la felicidad de sus hijos al recibir los regalos y hacer nuevos amigos, y para Andrés, porque encontraron una familia estupenda, que se conformaba con lo poco que tenía y con la que pudieron pasar las navidades, que si no hubiera sido así, las habrían pasado solos en el hotel.
Las dos familias, estaban muy agradecidas y contentas de haber encontrado personas buenas, con las que compartir.
FIN
Mi niña me hiciste llorar con tu bellisimo cuento, muchisimas gracias por deleitarnos con tu bella alma de poeta y por tanto como nos aportas y con que nos deleitas. un besin muy muy grande de esta asturiana, y como no me acuerdo si te felicite el nuevo año por si acaso te lo vuelvo a felicitar princesa ¡¡¡ feliz 2011¡¡ que te conceda todo lo que tu corazón anhela .
ResponderEliminarNo cabe ni la menor duda de que Dios siempre esta al pendiente de nuestras necesidades...tu historia es una clara demostración de ello...puso en el camino a ambas familas y asi pasaron una navidad inolvidable...
ResponderEliminar★*˛˚˛*˛°!!FELIZ AÑO NUEVO PARA TI Y TU FAMILIA!!*.*★*。* *
˛°_██_*.。*. / ♥ \ .˛* !!DICHA .˛。AMOR.˛..♥ Y ♥ PROSPERIDAD*
˛. (´• ̮•)*.。*/♫.♫\*˛.* ˛_Π_____ * ˛**★EN EL 2011* 。*˛.*.★*
.°( . • . ) ˛°./• '♫ ' •\.˛*./______/~\\*.!!DIOS TE BENDIGA!!* *
...*(...'•'.. ) *˛╬╬╬╬╬˛°*.|田田 |門| *╬╬╬╬╬* UN FRATERNAL ABRAZO
amiga,me emosionado mucho con esta preciosa historia que ojala fuera tan real como la vida,aunque dicen que nunca hay que perder las esperanzas.
ResponderEliminares una historia que gusrada muchas cosas,primero,que hay que hacer el bien sin mirar a quien y segundo que cuando las cosas parecen grices siempre hay un hilo de esperanza para que esas cosas cambien.
ojala esta historia se repita en los miles de hogares españoles donde hay niños y sus padres estan sin trabajo,que la magia de la navidad lleve a esos hogares la alegria de poder tener otra vez un empleo digno.
gracias por regalarnos estas maravillas amiga!!!!!!!
feliz primer domingo de año nuevo!!!!!!
Precioso Rosana, así es, todos tenemos mucho q ofrecer y todos podemos ayudarnos y complementarnos de muchas maneras. Un abrazo preciosa y sigue siendo así de "guay" siempre. Felicísimo día de Reyes, ojalá sean tan generosos contigo como te mereces. Besazos.
ResponderEliminarQue bonito, jeje estA genial, cuidate mucho lol....
ResponderEliminarMe encanto el final, que hermoso...
CoN AMoR EvY
es precioso tierno y me ha hecho llorar,pero al final dios siempre esta para todos,y logra que asta el mas necesitado puede psarlo algo feliz un beso
ResponderEliminarque hermoso!!! una historia maravillosa para navidad!! que ternura y que bonita amistad!
ResponderEliminarme encanta! le has puesto mucho corazón :D suspiros suspiros jaja
gracias por estar en mi mundo blogger! eres una gran alegría con quien me encanta compartir. tienes una gran imaginación y has creado magia en nuestro mundo :)
te mando un beso y te deseo lo mejor de lo mejor para este y todos los prox. años. que la vida te sonría y tu le sonrías a ella.
Me ha encantado leerte...me ha parecido hasta corto...me alegro haberte encontrado para que me deleites...un saludo
ResponderEliminarMUY LINDO, PERO NO DEJA GUARDAR LAS IMAGENES,
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